12 de abril de 2021. El Frontón Labrit de Pamplona se  llenó hasta los topes que marca el protocolo para ver las finales del Campeonato de España de Clubes Frontón de 36 metros en el que se coronaron el San Cosme, Huarte, Club Tenis Pamplona y Puertas Bamar, como nuevos Campeones de España de Clubes de División de Honor.

El club vallisoletano Puertas Bamar formado por Imanol Ibáñez y Carlos Baeza, se proclamó campeón al vencer al Oberena en su casa en una disputada final 15/13, 6/15 y 10/3 y revalida el título conseguido el año pasado ante los mismos rivales.

Dos antiguos conocidos disputaron la final del partido de pala corta, pues Puertas Bamar y Oberena iban a reeditar la final del pasado año en la que la escuadra vallisoletana superó a la navarra. Así pues, el gran partido que se presentaba sobre el papel, sumaba además tintes de revancha para Mikel Sanz Buey y Javier Labiano Redondo.

De todas formas, dura empresa para los navarros que, si querían llevar a buen puerto el partido deberían jugar muy concentrados, cometer pocos errores y buscar las (pocas) carencias de Imanol Ibáñez Pérez: jugar con pelota viva y evitar que el fenomenal jugador de La Peña – Abusu, golpeara “de abajo”.

Por su parte el Puertas Bamar opondría sus mejores armas: que Carlos Baeza Gozalo volviera a ser Carlos Baeza Gozalo, para que aprovechara la ventaja del envenenado saque de Imanol y cruzar la pelota y buscando las cosquillas a su rival.

En el primer juego la cosa estuvo muy igualada hasta el 12 a 9 favorable a Oberena, momento en el que el conjunto iscariense recuperó el saque y cambió de material, eligiendo una pelota que combinaba a las mil maravillas con las características de Imanol, que destrozó con el saque a sus oponentes, enjuagando la desventaja para acabar ganando el primer punto por 15 a 13.

El panorama cambió en el segundo acto, donde Oberena se centró en su juego para llevar la iniciativa y lograr las primeras ventajas en el luminoso con el 3 a 1 y el 5 a 2. Aquí llegó la tímida reacción de Carlos e Imanol, que llegaron a empatar a cinco, aunque esto fue una quimera pues Sanz y Labiano, muy superiores, se marcharon hasta el 13 a 5, para acabar venciendo en este segundo juego por 15 a 6.

Así las cosas, y al igual que el año pasado, se llegó al desempate en el que todo podía pasar. Pero lo que pasó es que volvió a emerger la enorme figura de Imanol que (de nuevo) impuso su saque para completar un parcial de seis a cero que puso la puntilla a un Oberena excesivamente “fallón”. Puertas Bamar acabó ganando por 10 a 3, lo que le dio el título un partido gris en el que la emoción estuvo no tanto en el juego, como en el marcador.